Smart Rural Orexa

Un proyecto para reducir la brecha tecnológica entre los diferentes habitantes de una misma región pero que habitan en entornos diferenciados físicamente y que no pueden acceder al mismo grado de confort que el resto de sus convecinos. Un proyecto donde las entidades locales identifican las demandas reales de sus habitantes y donde las empresas locales proporcionan las medidas que mejor se adaptan a las mismas. Un proyecto para igualar el acceso a la información, la movilidad, la atención y la cercanía facilitando la promoción de empleo y desarrollo ligado directa o indirectamente con la tecnología y los conceptos o soluciones Smart.

El objetivo del proyecto es dotar a las zonas o núcleos de población dispersa, de las herramientas, servicios y soluciones que les permitan reducir la brecha tecnológica con sus vecinos más próximos, generando oportunidades laborales en el entorno y utilizando los recursos más cercanos.

Para ello se ha establecido una hoja de ruta que tiene como objetivo partir de las necesidades reales, localizar las soluciones que mejor se adapten a esas necesidades y llevar a cabo el proceso con empresas y profesionales del entorno.

Consecuencias: Las consecuencias del desarrollo del proyecto son varias y generaran riqueza local, capacidad de emprendimiento y desarrollo territorial.

La primera consecuencia será la reducción del distanciamiento social y tecnológico entre los habitantes de una misma región, evitando con ello los agravios comparativos entre vecinos de un mismo municipio.

Los alumnos del centro, tendrán la posibilidad de trabajar en procesos reales y con necesidades tangibles que les permitirán conocer de primera mano las necesidades reales con el objetivo de que conozcan las posibilidades reales de desarrollar actividades profesionales ligadas a la implantación o gestión de soluciones o medidas.

Las empresas de la zona podrán llevar a cabo implantaciones técnicas, generando actividad empresarial dentro del mismo ámbito local y que en muchos casos requerirá la contratación de profesionales que conozcan las demandas reales.

Los habitantes de las zonas rurales dispersas podrán por fin sentirse valorados dentro de su región y podrán disfrutar de los mismos privilegios que el resto de sus vecinos. Su calidad de vida mejorara y la empatía hacia el resto de su vecinos hará que la convivencia sea más positiva.

La región dispondrá de un modelo sostenible e integral para dar cobertura por igual a todos sus habitantes y podrá gestionar mejor los medios y recursos existentes. Con un planteamiento equilibrado se pueden poner fin a las reclamaciones y conflictos generados por las dificultades sociales y tecnológicas generadas por la propia idiosincrasia de la región y sus habitantes.

Y todos estas consecuencias terminan en la generación de actividades reales que crean empleo de calidad, con un sentido claro, con la posibilidad real de especialización y de replicación del proceso, transformando con ello la productividad de las empresas y la calidad de vida de la región.